Borgo Velino

¿Qué ver?

El corazón del centro histórico de Borgo Velino está dominado por la Torre Cívica y la Iglesia de San Mateo Apostolo, construida en el siglo XVIII. El aspecto antiguo del exterior contrasta con el espléndido conjunto de la decoración interior. La iglesia se desarrolla sobre una planta central cubierta por el suelo policromado original de tejas hexagonales. La nave única se caracteriza, a ambos lados, por una serie de capillas, la más impresionante de las cuales está dedicada a San Antonio de Padua. En el presbiterio, el imponente altar mayor está coronado por una gran cúpula ricamente decorada. En los jardines públicos del pueblo se levanta un extraordinario edificio que presumiblemente fue un ninfeo monumental, perteneciente a una villa rústica romana destinada a acoger a los Flavos. Como la mayoría de los monumentos de esta época, la construcción de ladrillo está marcada por tres grandes salas con bóvedas de cañón, intercaladas con nichos. Al salir del pueblo, es imposible perderse la visita a los restos del Cassero que, en la antigüedad, era una estructura defensiva poligonal, casi octogonal, de unos 12 metros de altura. En la actualidad sólo quedan cuatro lados de la estructura original, tras su restauración parcial llevada a cabo en los últimos años. A las afueras del pueblo merece una visita la iglesia de los Santos Dionisio, Rústico y Eleuterio, más conocida como iglesia de San Antonio. La iglesia, erigida en la margen izquierda del río Velino, sobre los restos de un antiguo templo dedicado a la diosa de la caza, data del siglo XII, pero aún conserva elementos ornamentales de los siglos VII y VIII, en particular algunas esculturas. Hay fragmentos tapiados en la fachada, incluida una losa de piedra que muestra una dedicatoria a las ninfas de Diana, mientras que los frescos originales se conservan en el Museo Cívico de Borgo Velino.